¿Sorprendido? Bueno, alguien tenía que decirlo. Ya sabes que leo todos los blogs y me muevo por todos los grupos de marketing online y emprendedores de Facebook que mi tiempo me permite. Últimamente he detectado que se han creado varios debates sobre el funcionamiento de los negocios y precios de los mismos, con un tono de queja que me ha sorprendido. Todos los que disfrutamos de un negocio tenemos dos caras, como los casetes. La Cara A como usuarios, como personas que consumimos el contenido de otros profesionales. Y la cara B, como negocios, que queremos ofrecer nuestros contenidos y conseguir que nuestra audiencia los consuma. Y vivir de ello, claro. Y en este caso, no podemos utilizar el boli Bic para rebobinar. Aquí no vale. ¿Te piden ofrecer tus servicios profesionales gratis? Di no.
Déjame aclararte por qué tu negocio no es una ONG.
SPOILER: Este post es totalmente sincero. Aquí tienes una bocanada de alivio y sinceridad por parte de Lara Arruti. Si sigues leyendo, es culpa tuya 😉
Contenidos de este post
¿Tus servicios profesionales gratis? No, gracias
En cualquier negocio sería una barbaridad solicitar sus servicios y no querer abonar una cuantía económica por ello. Piénsalo. Conoces a un arquitecto, y no se te ocurre pedirle que diseñe los planos de tu futura casa. Ni siquiera un boceto.
Si conoces una profesional de la medicina, no pasa por tu cabeza solicitarle una consulta. Y si alguien lo hace, a nadie le sorprendería que le miraran raro. Y lo dejarían pasar.
Pues los profesionales del ámbito creativo y del marketing digital debemos ser bichos raros. Es de lo más normal que te consulten por su estrategia, te pidan “pequeños” bocetos, o que te soliciten ideas para ver “cómo pueden mejorar su negocio”.
“Seguro que no te lleva nada de tiempo”.
Bien, queridos, permitidme este chorro de agua caliente: YO decido el tiempo que me lleva una tarea. YO decido lo que cobro por horas. O por minutos. YO decido si quiero ayudarte o no. Y, finalmente, YO decido qué cobro por los servicios que me estás demandando. Si los pides, es porque los necesitas, porque los quieres. Como profesional, como empresario, como persona con sentido común, abónalos, y si no, no te indignes por la respuesta.
Eres un negocio. Vives de ello. Así pagas tus gastos. Así ganas un sueldo. Si ofreces tus servicios de forma gratuita, no estás reduciendo tus gastos, ni tus impuestos. Estás reduciendo tu sueldo.
Y tu valor.
[bctt tweet=”¿Ofreces tus servicios gratis? La precariedad laboral ha llegado a nuestros negocios de marketing.”]
¿Puedes ofrecer tus servicios de forma gratuita?
No debo ser yo quien responda a esto en tu lugar. Pero si te ayuda a responder, te pondré mi caso: yo colaboro con algunas asociaciones con mi propio trabajo. Lo hago gartis, es mi aportación. Soy yo quien decide cuánto tiempo invierto en estas tareas y qué tareas concretas ofrezco. Soy yo quien decide mi aportación.
Igualmente, sí ha habido ocasiones en el que yo he querido regalar (RE-GA-LAR) mi trabajo a empresas concretas por razones concretas. Ya sea por estrategia, ya sea por el mero hecho de querer ayudar, ya sea por la razón que sea. Pero he sido yo quien lo ha decidido. No me lo han pedido, yo lo he ofrecido. Considero que la diferencia con el primer caso es abismal.
Recomendaciones, ¿deben ser gratuitas?
Uno de los temas candentes las últimas semanas, sin lugar a dudas. Las afiliaciones. ¿Las conoces? Bueno, te lo resumo: A recomienda a B, y A cobra comisión por las ventas que genera a B.
De primeras, suena realmente habitual. Un fontanero recomienda a un pintor, el pintor consigue el cliente, y el pintor le paga una comisión al fontanero. Un gestor de proyecto, Pedro, recomienda a su cliente Juan X profesionales, y Pedro cobra un fee por ello, ya sea por el tiempo que dedica a gestionar el proyecto, como por los clientes que consigue a Juan.
Hasta aquí, todo suena normal.
Pero si haces lo mismo y lo llamas afiliación y trabajas en el mundo online, tienes mucha jeta.
[bctt tweet=”Recomendaciones, afiliaciones… ¿ángel o demonio? Vamos a discutirlo…”]
Entiendo que esta arbitrariedad se debe a varias razones:
Unos tienen la fama y otros cardan la lana
Algunos profesionales han abusado de las afiliaciones. Y es cierto, todos nos hemos suscrito a un negocio o profesional en concreto y nos han invadido con afiliaciones. Todo puede ser. Perdemos la confianza en este profesional, y nos fastidia. Es normal. Bueno, qué bien que tiene solución sencilla: puedes darte de baja, desuscribirte, y dejarlo pasar. No culpes al resto de profesionales del marketing o ámbito creativo por recomendarte algo realmente bueno. Ellos no tienen la culpa.
Internet nos ha malacostumbrado
Sí, porque internet democratizó la información. Y también los recursos. Y los bloggers durante muchos años hemos ofrecido muchísima información de forma gratuita: consejos, ideas, estrategias. De todo. Tenemos el lead magnet que ofrecen ayuda directa de forma totalmente gratuita. El usuario se ha acostumbrado a obtener todo lo que necesita de forma gratuita.
¿Eso quiere decir que todo es gratis? No, queridos.
[bctt tweet=”Internet nos ha convertido en consumidores del Todo-Gratis…”]
Es el profesional quien decide qué información o recurso quiere ofrecer de forma gratuita, y qué ofrece de manera premium. ¿Está en su derecho? Claro. Y esta información, puede ser una recomendación. También. No tiremos piedras a quien quiera vivir de su negocio. Es totalmente lícito.
Afiliaciones: sí. ¿Y el valor?
Lo realmente importante y que, como usuario, considero que debes tener en cuenta es el valor de esa recomendación. Es decir, ¿realmente te puede ayudar? Hoy no me ando con medias tintas: te expongo mi propio caso.
Bien, yo, como Lara Arruti de Laumedia, quiero ayudar a mi comunidad, a mis suscriptores, a crear una estrategia de contenidos que les permita captar clientes. En algunos casos, estos suscriptores ya tienen web, lo han desarrollado ya e incluso trabajan el blog estupendamente.
[bctt tweet=”¿Todos tus suscriptores tienen las mismas necesidades? ¿Puedes ayudar a todos en todos los casos?”]
En otros casos, en cambio, el usuario llega a mí y todavía no sabe cómo comenzar a trabajar tu web, necesita ayuda. ¿Se la voy a negar? No, claro que no. En el momento que me ha facilitado su email, ha confiado en mí. Y esa confianza, vale oro.
¿Podría indicarle a esta persona cómo crear su web? Podría, pero la verdad es que no me quiero posicionarme en el mercado como desarrolladora web. Y, sinceramente, tampoco tengo tiempo para atender estas necesidades como se merece. ¿Eso significa que no le voy a ayudar? No, en absoluto.
¿Cómo lo soluciono? Analizo otros profesionales que cubran estas necesidades. Hablo con estas personas y reviso sus cursos, contenidos, y método. Necesito confiar en estas personas. Si los voy a recomendar a mi comunidad, tengo que estar segura de que ESO es lo que necesitan. Y así hago. Hace un par de semanas tuve algunas reuniones con profesionales del sector que ofrecen cursos que complementan lo que yo hago, marketing de contenidos. Me vi los videos, pregunté todo lo que necesitaba saber para asegurarme de que era lo que buscaba para mi audiencia.
¿Por qué? Porque si mi comunidad confía en mí, y realizo una recomendación, no me puedo permitir que esa recomendación falle y las personas pierdan su confianza.
[bctt tweet=”La confianza que tu comunidad ha depositado en ti vale ORO.”]
Así que si estás pensando en trabajar el marekting de afiliados y comenzar a generar ingresos por tus afiliaciones, JAMÁS menosprecies a tu comunidad. Ofrece solo lo que realmente conoces y sabes que merece la pena. Busca contenido que realmente pueda ayudar a tu comunidad.
Contenidos patrocinados: ¿cuál es la prioridad?
Hay emprendedores o bloggers que sienten que fallan como profesionales si aceptan un patrocinio y escriben un post o graban un video patrocinado por X marca. Pero si salta una cuña en la radio mientras escuchas tu programa favorito, no dejas de confiar en ese locutor que oyes cada mañana, ¿verdad?
En uno de los grupos que sigo en Facebook, una blogger se planteaba esta cuestión: “¿Debo aceptar el patrocinio?”. Yo respondo: ¿estamos locos? ¡Lo normal sería que saltara de alegría por dicha oferta!
Una marca, una empresa, considera que tu contenido es tan relevante, que cuentas con tal influencia, que le interesa aparecer en tus contenidos. Bueno, de primeras, es buena señal, ¿no crees?
Lo que esta blogger y cualquier persona a la que se le plantee esta oportunidad debe analizar es: ¿realmente aporta valor a mi audiencia? No por tener un patrocinio estás condenado. Fernando Alonso o Jesús Calleja tienen más pegatinas en el brazo que un coche viejo tiene pegatinas de ITV. Y eso nos parece normal. Eso está bien.
Piensa en si esa marca está alineada con tus valores, si realmente es de interés para tu audiencia. Si la respuesta es sí y si puedes continuar trabajando y creando tus contenidos exactamente igual que antes, dime: ¿por qué no vas a ganar dinero por ello?
Construye un pilar poderoso
Si tu negocio se basa en el pilar de la confianza, si tu prioridad es ofrecer valor y realmente te preocupas por tu audiencia, créeme, SÉ que trabajarás de forma honesta y tu comunidad comprenderá cuál es tu filosofía. Por lo tanto, tu comunidad sabrá que cobres o no afiliación por una recomendación, si la ofreces, es porque ayuda. Tu comunidad sabrá que cobres o no por mencionar una marca, si lo haces, es porque es interesante.
[bctt tweet=”Si tu negocio se basa en la confianza y en aportar valor, olvídate de los demonios que te persiguen. “]
¿Cómo se transmite confianza? Bueno, déjame contarte mis secretos: lee Claves para Conectar con tus Clientes y lo descubrirás. Sí, es mi libro, y sí, cobro por ello (no mucho, créeme). Pero sí, Lara Arruti de Laumedia, además de querer ayudarte al máximo, también es un negocio.
¿Por qué demonizamos todo lo relacionado con el blogging y los negocios online?
Quienes me conocéis ya sabéis que no soy una loca del dinero, que no me vuelvo loca por los euros y no es la mayor prioridad en mi vida. Este post está inspirado en el hartazgo de escuchar de que todo está bien, menos si lo haces en un negocio online o dentro del marketing online. Seamos conscientes de las circunstancias, de la realidad, y de la arbitraria diferenciación que realizamos.
[bctt tweet=”El mundo del blogging y el marketing online está demonizado :O”]
En este post he querido soltar cuáles son mis sensaciones, porque entiendo la perspectiva como usuaria y como negocio. Considero que en numerosas ocasiones los usuarios tiran piedras a los negocios cuando, realmente, la solución es bien sencilla. Si un negocio o profesional ha perdido tu confianza, déjalo atrás, estás en tu derecho. Pero eso no significa que TODOS lo hagamos mal. Algunos profesionales nos dejamos la piel cada día por sacar nuestro negocio adelante y ofrecer lo mejor de nosotros mismos para ayudar a otros.
Hola Lara,
Pues en este caso coincido contigo. Como tú dices, si creamos un negocio es para que sea rentable, no un hobby. Por eso, está bien plantearse tantas alternativas como sea posible. Eso sí, yo siempre lo haría bajo unos estándares. Por ejemplo, que dicho patrocinio o afiliación siguiera los mismos valores que mi marca. Que fuese sincera, es decir, siempre has de conocer lo que vas a promocionar. Y después, que me dejasen margen para trabajar, sin imposiciones o controles excesivos. Quiero decir con esto, que lo haría siempre a mi manera y siéndole fiel a mi estilo.
Supongo que cada quién tendrá que marcarse sus pautas a la hora de trabajar con afiliados o con patrocinios, pero igual que también lo harías con una colaboración o asociación. Se trata de tener un sistema, para no actuar de forma aleatoria e incoherente.
Por lo demás, siempre que te sientas cómodo haciendo lo que haces, ¡adelante! Eso sí, muy importante que te sientas cómodo por ti mismo, no por lo que los demás opinen.
Gran reflexión, Lara.
Un saludo enorme.
Exactamente, es a lo que me refiero en el post, Conchi: debemos tener claro cuáles son nuestros valores como negocio, y que las afiliaciones y patrocinios nunca rompan esa línea. Será clave que nos sintamos cómodos con nuestro proyecto, sin duda.
Gracias por tu comentario, Conchi 😉
Estoy totalmente de acuerdo con todo lo que has expuesto. Yo no regalo ni mi tiempo ni mi trabajo y cuando lo hago es por iniciativa propia. Además este es un sector en el que hay mucho intrusismo, cualquiera no profesional del sector hace una web, lleva un facebook etc, lo hacen a precios tirados o gratis…pero la diferencia es que esa gente no vive de esto, no paga autónomos, iva, irpf etc.
En alguna ocasión me han dicho que se habían sorprendido del precio de algún servicio y mi contestación ha sido, cobro por lo que sé, no por lo que hago. Constantemente me tengo que estar reciclando, invirtiendo en formación, dedicando tiempo a cursos, webinars etc….y eso tiene un precio. Que yo dé un conocimento sintetizado, ágil y adecuado tiene un precio. Si te interesa lo pagas y en caso contrario, no soy la empresa que te puede ayudar.
Tal cual, Kristina 😉
¡Gracias por tu visita y tu comentario, guapa! 😉
Hola Lara!
Excelente artículo!! Es muy acertado lo que dices. La próxima vez que surja un debate en torno a la afiliación debería terminar con este post.
De acuerdo contigo en el fondo y me encanta cómo te expresas.
Únicamente decir que no creo que esté demonizado el marketing online. Cómo bien dices, unos tienen la fama…
En otros sectores también parece que deben ser gratis los consejos.
Salu2
O sea que nos ocurre a muchos más, Alberto… Pues es una pena, la verdad.
¡Muchísimas gracias por tus palabras y por tu visita! 😉