Una y otra vez te aconsejo que generes contenido relevante para tu audiencia. Pero, ¿tienes claro qué significa esto?
Quiero saber tu opinión. Respóndeme:
¿Qué es para ti el contenido relevante?
Veamos ahora si estamos de acuerdo en lo que es el contenido relevante.
Entendemos contenido relevante aquel que resulta útil e interesante para el usuario. Gracias al contenido, buscamos llegar a nuestra audiencia y captar su atención, y nuestro objetivo es interactuar con ellos. Para ello, utilizamos infinidad de formatos: texto, imagen, video. Y entendemos como interacción un ‘me gusta’, un comentario, una descarga o un lead, por ejemplo.
Para ello, debemos trabajar contenidos que interesen a nuestra audiencia. Si generamos contenido de calidad los beneficios serán numerosos: conseguiremos más enlaces externos, mejoraremos el posicionamiento SEO, lograremos más menciones en las redes sociales, incrementará el tráfico orgánico hacia nuestra web y, como consecuencia, aumentarán nuestras conversiones.
[bctt tweet=”El contenido relevante es aquel que prioriza a los usuarios por encima de los robots de #Google. “]
La idea del marketing de contenidos es generar contenido relevante para que tus clientes ideales te encuentren a ti, y dejar de buscarlos como locos sin un camino marcado. Este contenido valioso debe ser fresco, original, interesante y útil. Este contenido tiene como prioridad absoluta llegar a la audiencia, y dejar los robots y otras técnicas en segundo plano, por decirlo de alguna manera. Importan, sí, pero no tanto como las personas.
Contenidos de este post
¿Cuánto contenido es necesario?
No es fácil indicar un número exacto. Generalmente, depende de cada sector, y de lo que se quiera comunicar. Lo importante es no meter paja, si me permites la expresión. Es como en un currículum, si vas a poner una segunda página, que sea porque lo que vas a poner, importa. Si no, déjalo.
En este punto, sí que podemos tener en cuenta las páginas que son indexadas por los buscadores. Puede ayudarte analizar tu competencia y la cantidad y calidad de las páginas y las palabras clave que son indexadas. De esta manera, podrás orientarte y conocer qué contenido está resultando efectivo en los resultados de búsqueda.
Te voy a chivar que normalmente, el contenido debe tener como mínimo 450 palabras. Todo depende del artículo, pero se entiende que un volumen menor de ese no demuestra tu autoridad en tu temática. Y es lógico, si no tienes mucho que decir, es porque no sabes qué decir. O eres excesivamente conciso. En el mundo del SEO se entiende que el promedio de un artículo es de 1000 palabras, aproximadamente. Pero eso es en SEO. Y hemos dicho que nuestra prioridad es el usuario, ¿te acuerdas?
[bctt tweet=”El contenido de tu #blog debe tener al menos 450 palabras por artículo. “]
Ejercicio
Busca artículos que te hayan resultado interesantes en la última semana, de un tema u otro, que te hayan aportado algo. Y cuenta las palabras de sus artículos utilizando este contador de palabras.
¿Cuántas palabras tienen? Espero no equivocarme, pero seguro que rondan entre 750-950. ¿He acertado?
Ahí tienes la respuesta.
¿Debemos hablar solo de nuestro negocio?
Esta es una pregunta que me hacen habitualmente en las sesiones de consultoría. La respuesta es rotunda: no. Me gustaría aclarar primero algunos términos: ¿qué significa hablar de nuestro negocio? Si la respuesta es hablar solo de la venta de nuestros productos o servicios, debemos empezar a replantearnos el significado de nuestro contenido. Ese no es el camino correcto.
Nuestro negocio es mucho más que vender. Si este es el concepto que ronda en tu mente, nos acercamos a una estrategia más eficiente. Sí podemos hablar de lo que hacemos, plantear posibles problemas de nuestros clientes y mostrar cómo nuestro servicio lo soluciona, u ofrecer consejos que estén directamente relacionados con nuestro producto.
En cualquier caso, debemos ir más allá. Empatiza con tu cliente ideal: ¿cómo es? ¿Qué le gusta hacer? ¿Cuáles son sus intereses? Estoy convencida de que de primeras, estas preguntas te resultan complejas. No te sabes el DNI de todos tus clientes ni les tienes en Facebook como amigo. Cierto. Pero si lo piensas dos veces, quizás sea más fácil responder a esas preguntas de lo que imaginas.
Siguiendo el ejemplo que pongo en el ebook gratuito (que conseguirás si te apuntas a mi newsletter) “40 ideas para crear contenido para tu blog”: si tu negocio es una clínica veterinaria, ¿por qué no hablas de actividades que puedan interesar a tus clientes? Es obvio que tus clientes tienen animales (¡aplauso para Lara!), que aman a sus animales y se preocupan por ellos. Disfrutan de su compañía y quieren pasar tiempo con ellos. Por lo que, es más que evidente que podrías hablar de planes que podrían hacer tus clientes con sus animales, restaurantes de tu ciudad que sean pet-friendly, cómo buscar hoteles que acepten animales o recomendaciones sobre la alimentación de la mascota. Son algunos ejemplos con los que intento ayudarte a entender que hay infinidad de artículos que podemos escribir que resulten relevantes para nuestro cliente y no se alejan de nuestra actividad.
Voy a darte otro caso. Si tu negocio es una gestoría, podrías hablar solo de IVA, IRPF o impuestos de sociedades. Pero también podrías darle una vuelta al contenido y escribir sobre cómo tus clientes podrían ser más productivos, ofrecer plantillas de facturas que puedan personalizar, de qué manera podrían promocionar su negocio para conseguir sus ventas, o informar de supermercados donde consigan descuentos.
Lo importante es que entiendas que hablas de tú a tú con tu audiencia, con los usuarios que se acercan a tu web o blog y que pueden convertirse en clientes. No hablamos de matemáticas. Esto no es una ciencia empírica que funcione siempre y con todas las personas. Debes tener la habilidad de saber bien a quién te diriges y saber cómo tratarle. Quizás escribas un artículo técnico de 1200 palabras, y el siguiente trate sobre un tema más genérico o más fácil de absorber, y tengas suficiente con 600 palabras. ¿Un artículo será peor que el otro? No tiene por qué. En lo que sí debes preocuparte es que ese contenido sea tuyo, lo hayas masticado y responda a una inquietud, necesidad, problema o curiosidad de los lectores del blog.
Por cierto, para que te hagas una idea, este artículo tiene exactamente 1079 palabras. Dime la verdad: ¿te ha resultado relevante? (¡Espero que sí!)
Te dejo un ejercicio para que respondas en los comentarios.
¿De qué contenido relevante podrías hablar en tu blog, sin hablar solo de tu negocio?
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